Ventajas de tener la bañera con patas en la habitación del bebé
Teniendo en cuenta que nuestra bebé nació a principios de noviembre, en el tema del baño queríamos ir con bastante cuidado de que no cogiese frío, siendo tan chiquitita. La pediatra ya nos lo advirtió: “Mucho cuidado de que no coja frío durante el baño, nada de pasarla por un pasillo frío con corriente”. Así, nos planteamos diversas opciones: una opción era utilizar una bañera que se adapte a la bañera nuestra; otra opción tener una bañera con patas en el baño (donde cabría bastante justa) y la última alternativa, tener esta misma bañera con patas pero en su habitación, donde tenemos el cambiador para vestirla. Finalmente nos decidimos por esta última opción y compramos una bañera de Jané (bueno, nos la regaló el padrino a petición nuestra, ¡gracias paíno!) que tenía buen precio y con la que, hasta el momento, estoy de lo más contenta por comodidad, firmeza y ubicación. Es esta:
Es el modelo Squid de Jané. Se trata de una bañera de bebé con un precio muy bueno porque las prestaciones están muy bien: tiene un tope en el culete para que el bebé no se hunda, se queda en una posición cómoda y ergonómica, tumbadito para cuando es muy bebé, y sentado en el extremo contrario cuando aprende a sentarse, y las patas son extraordinariamente firmes, no se inmutan, cosa que no ocurría con otros soportes con patas de otras marcas que estuve viendo en algunas tiendas.
Como os digo, decidimos ponerla en su habitación porque tenemos el mueble cambiador justo al lado y porque así manteníamos la habitación bien calentita durante todo el baño y el momento de vestirse. Aunque tenemos el aire acondicionado con bomba de calor que mantiene toda la casa a la misma temperatura, pusimos en su cuarto un calefactor adicional que solo encendemos de forma puntual, durante el baño y durante el cambio de pañal:
Nos costó tan barato (11 euros en Carrefour, si no recuerdo mal) que imagino que consume como un condenado, pero lo cierto es que lo encendemos poquísimo, así que estamos contentos con el rendimiento porque calienta la habitación en un minuto. Este es el cambiador que tenemos en el dormitorio:
Otra cosa práctica que tiene esta bañera de bebé es que se pliegan las patas y se guarda en cualquier sitio:
Aquí os muestro distintas opciones de compra para la bañera Squid de Jané. A nosotros nos costó unos 68 euros, si mal no recuerdo, en una tienda física de mi ciudad. En general ronda los 70 euros, salvo ofertas. Aquí os indico algunas opciones de compra que he encontrado por internet, la más barata es la bañera naranja en Mundobebés, que es bastante chollo:
- Mundobebes.net: en color naranja, 44,94 euros (está en oferta) y 4,95 euros de gastos de envío
- Mundobebes.net: en color azul, 65,95 euros y gastos de envío gratis
- Mundobebes.net: en color blanco, 69 euros y gastos de envío gratis
- Kidits, 68,95 euros y gastos de envío gratis
- Bebitus, 69 euros y gastos de envío gratis
- Bebeplanet, 69 euros y gastos de envío gratis
A pesar del considerable inconveniente que tiene tener la bañera en la habitación, que os detallo más abajo, estamos muy contentos con esta solución; la molestia es para nosotros, que tenemos que transportar la bañera, pero la forma en que le damos el baño es la mejor para la bebé, está comodísima, no pasa nada de frío y disfruta muchísimo del momento con la habitación bien calentita, por lo que se puede alargar el chapoteo, que le encanta (es de las que lloran al salir del agua). Y luego, rápidamente, a vestirse. Las soluciones cómodas para nosotros (por ejemplo tener la bañera siempre en el baño y transportar a la niña por el pasillo envuelta en la toalla para vestirla en su habitación, porque el cambiador no cabe en el baño) nos parecieron menos cómodas para ella, al menos durante los baños de invierno (que hasta ahora han sido todos). Quizá cuando no haga tanto frío cambiemos el sistema, ya veremos.
Inconvenientes de tener la bañera con patas en la habitación del bebé
El pero que tiene tener la bañera en su habitación es que para llenarla y también para vaciarla tenemos que llevarla al baño. La sacamos de las patas, la llenamos en la ducha comprobando la temperatura en todo momento y luego el papá, que es más fuerte que yo (qué le vamos a hacer, la biología es la biología), la lleva llena hasta el dormitorio y la coloca en las patitas; también tiene que repetir el proceso una vez que se acaba el baño, lo cual no es fácil porque lo cierto es que pesa bastante y le cuesta lo suyo hacer el traslado cada vez. La bañera dispone de un agujerito con un tapón en la base para poder vaciarla, imagino que en el caso de que la instales en tu propia bañera o encima de un plato de ducha. Sin embargo, como nosotros no la tenemos de este modo, tendríamos que vaciarla cubo a cubo a través del agujero, cosa que no hacemos, aunque quizás un día la espalda del papá se pondrá en huelga y entonces habrá que vaciar así, lo cual será un tanto engorroso.
No obstante, como veis, he incluido lo de la bañera como un “acierto de primerizos” de modo que si volviera a nacer mi bebé organizaría los baños del mismo modo, al menos en estos primeros meses.
¿Y vosotros qué opináis? ¿Os parece práctico de este modo? ¿Qué otras soluciones habéis aplicado para el momento del baño del bebé?
Opino que si el Papa no está en casa es un engorro. Si tienes un segundo baño con bañera en casa es mejor la bañera con cambiador sobre la bañera de casa
¡Hola Laura! Eso sí es verdad porque nosotros siempre la bañamos estando los dos, yo nunca la baño sola…