Ya os comenté durante el embarazo que me gustaba poner música de Mozart a mi bebé en gestación, y que yo asociaba su movimiento de piernas al escuchar la música a que le gustaba, mientras que mi pareja opinaba que se movía por todo lo contrario (no, no le gusta mucho la música clásica, como podéis intuir). Creo que he ganado yo, porque ahora con Mozart suele relajarse un montón y echar unas siestas que da gusto. Ignoro si es porque lo recuerda de cuando estaba en mi barriguita, pero en cualquier caso la buena música no le hará daño, ni durante el embarazo ni tras su nacimiento, ¿no?
Así que yo le ponía música, pero lo hacía de una forma muy rudimentaria, apoyando el altavoz de algún dispositivo sobre mi barriga, sosteniéndolo con la mano cuando estaba tumbada en la cama antes de ir a dormir. Por eso, cuando el otro día, navegando por internet, encontré esto, me hizo un montón de gracia:
Se llama Babypod y es un aparato precisamente diseñado para esto, para ponerle música al bebé en gestación (¡alucino!). Esto es lo que pone en la descripción:
“Babypod es un dispositivo auditivo para potenciar la estimulación del desarrollo neuronal de los bebés en gestación con música y/o grabaciones de voz.”
Pero no se pone encima de la barriga, no, ¡sino que se introduce por la vagina! Imagino que así la música le llega mucho mejor al bebé al no tener que atravesar las capas de músculo y grasa del abdomen… Aquí tenéis un vídeo donde lo explica:
La verdad es que es un poco caro, pero como a mí me gustan mucho este tipo de experimentos de estimulación del feto durante el embarazo (a parte de la música ¡le hablaba por los codos!) no descarto habérmelo comprado de haberlo descubierto antes.
Hay que ver, ¡qué cosas inventan!