Siempre he dicho que no quería comprar nada de bebé ni decorar su habitación hasta que estuviese bastante avanzado mi embarazo, más que nada porque nunca se sabe, es mejor prevenir que curar y esperar a que todo esté bien y siga adelante. Pero ayer me regalaron las primeras cositas de bebé, mi madrina, que está contentísima con esto de que esté embarazada. Y para qué nos vamos a engañar: me hizo un montón de ilusión. Aquí los tenéis:

Como veis, lo primero son unas cucharas de silicona para la papilla. Lo segundo es un dosificador para papillas o biberones; en cada compartimento se pone la cantidad exacta para un volumen de agua determinado, y si tienes que ir a algún sitio durante todo el día puedes preparar la comida sin problemas. Y el tercero es un biberón anticólicos, que imagino que funcionará bastante bien porque me han hablado bien de ellos y porque el precio es mucho más caro que los normales y, aún así, se venden, así que espero que sea mano de santo (los usuarios de Amazon le dan buenísima nota a los de esta marca en concreto).

Ficha de estos biberones en Amazon.es. La nota de los usuarios es inmejorable, ¡qué bien! Ya os diré qué tal me van a mí cuando llegue el momento de estrenarlo :D

Sé que son cosas que no tendré que utilizar hasta dentro de un año, pero ya hemos preparado un cajón para ir guardando todo lo que tengamos. ¡Qué alegría! ¿Qué opináis vosotras? ¿Cuándo pensáis que es un buen momento para comprar las primeras cositas? ¿Pensáis que al final, como yo, o creéis que eso es ser un poco ceniza?