Tenía entendido que un embarazo podía llevar al aumento de la miopía en pacientes miopes u operadas (que al fin y al cabo siguen siendo miopes, no dejan de serlo tras la operación sino que su problema se ha corregido estéticamente). Sin embargo, lo que he leído recientemente es más alarmante: no solo es que te pueda aumentar la miopía, es que si se te produce un desprendimiento de retina puedes incluso quedarte ciega. La verdad es que me he muerto un poco de miedo porque este es exactamente mi caso: tenía 7 dioptrías de miopía y me operé hace unos años, quedando posteriormente en 1,75 (sí, sé que la mayoría se quedan a 0 o con una miopía residual, pero yo no he tenido tanta suerte).
Los miopes vemos las cosas borrosas cuando se encuentran a distancia media o larga.
Así que preocupada por estas aseveraciones que leía por internet decidí dos cosas: preguntar a mi ginecóloga y acudir a mi oculista a una revisión para comentarle que estaba embarazada. Y lo que ambas me dijeron fue más tranquilizador que lo que había leído por ahí, os cuento.
La ginecóloga me dijo que aunque hubiese algún tipo de riesgo, se podía controlar el mismo durante el expulsivo, evitando tandas de empujar muy largas y pesadas, haciéndolo más suavemente. No tengo ni idea de cómo se puede controlar esto, pero estaba claro que sabía de lo que hablaba. Además, añadió que ella no es partidaria de hacer cesáreas preventivas, cosa que a mí me tranquiliza, porque al final he decidido tenerlo en una clínica privada (esto es algo de lo que hablaré en mayor profundidad en otra entrada) y suelen tener fama de hacer cesáreas demasiado pronto. Yo no es que me niegue a la cesárea, pero quiero que, llegado el caso, me la practiquen porque sea lo más seguro para el bebé en mis circunstancias y no por si acaso. Para el por si acaso ya está el parto de toda la vida, que es como tienen que venir los bebés al mundo.
La oculista me dijo que la preocupación viene cuando una mujer tiene mal la retina. Que seas miope o estés operada no implica que tengas problemas en la retina, puedes tener un fondo de ojo perfecto siendo miope y, de hecho, en mis anteriores revisiones nunca se ha visto que tuviese ningún problema, sino que mi retina era como la de cualquier persona normal. Por tanto, no es tanto que haya una relación entre el parto y la miopía, como entre el parto y la retina dañada que sí podría producir desprendimientos en un parto por el aumento de la presión ocular durante el expulsivo. Me dijo, no obstante, que no quería mirarme el fondo de ojo hasta más adelante, cuando se aproxime la fecha probable de parto, de modo que quedé con ella en que cogería hora para mediados de octubre y ahí sí que me dilataría la pupila (¿os lo han hecho alguna vez? ¡Qué sensación más rara!) y me miraría el fondo de ojo. Con toda la información de la revisión me haría un informe para que mi ginecóloga lo tuviese en cuenta a la hora del parto, ¡y ya está!
Espero que a las que os encontréis en la misma situación que yo os haya servido para mayor tranquilidad esta información. Por supuesto, os recomiendo hacer como hice yo cuanto antes: consultar a los especialistas que son los que os podrán decir en detalle cuál es vuestra situación y cómo se debe proceder.
Un abrazo a todas.