¿Dónde están mis tobillos y qué han hecho con ellos?

La verdad es que no me puedo quejar. Ya voy por la semana 25 de mi embarazo y hasta ahora, lo cierto es que he tenido 0 síntomas, salvo el sueño, mucho sueño (sueño infernal) durante los primeros meses. Pero ahora que ya estoy más avanzada, rondando los 6 meses, y que esto del cambio climático nos está dejando veranos tan simpáticos como éste (con temperaturas de media entre 7 y 10 grados más altas que otros veranos), lo cierto es que se está empezando a hacer un poco cuesta arriba. Qué calor, ¡madre de mi vida! Es realmente insorportable… Y supongo que entre el calor absurdo, que el embarazo te empieza a pesar en la barriga y a cortarte que si un vaso sanguíneo aquí, que si un cacho del sistema linfático allá, me he empezado a hinchar como un globo de helio. Aunque no tengo una comparativa de cómo eran mis pies y mis tobillos antes (no suelo fotografiarme los pies así porque sí, claro), aquí os paso una imagen de las bolas en las que se están convirtiendo por el edema, y eso que esta no es del peor momento del día:

Mis tobillos se han diluido en una capa de carne cuya función principal es dar calambres y ser torsionada por los zapatos de mi número

Para que os hagáis una idea, yo calzo un 39 (ya hay un buen trozo de pie) y ahora estoy llevando unas alpargatas de esas con suela de esparto del número 41, ¡y me siguen apretando!

Así que, como veis, no me ha quedado más remedio que documentarme sobre el asunto a ver qué puedo hacer para evitarlo…

¿Cómo se puede combatir la hinchazón de las piernas durante el embarazo?

Es más fácil que se hinchen las piernas (es decir, que tengamos edema) si estamos mucho tiempo en la misma postura sin movernos, es decir, muchas horas sentadas o de pie, ya que la circulación de retorno se dificulta. Por este motivo, hay que moverse, cambiar de postura… Yo suelo estar bastante tiempo sentada porque trabajo delante del ordenador, así que me he propuesto levantarme cada 20 minutitos y hacer una ronda de pasos por la oficina. Si por el contrario vuestro problema es pasar muchas horas de pie, es importante encontrar un momento cada horita para sentarse o tumbarse con las piernas en alto (por encima de la cadera).

También es muy útil dormir con una almohadita o una toalla bajo los tobillos para mantener las piernas levantadas unos centímetros. Claro que también te recomiendan que duermas de lado por el tema de la barriga y que te metas una almohada entre las rodillas, así que poco compatible lo veo, o como mínimo gracioso. Seguro que si me meto en la cama con algo entre las piernas, de lado, y luego con algo más debajo de los pies, mi pareja me hace fotos dormida y las comparte por WhatsApp.

Hay que beber muchísima agua (yo fallo en este punto, no suelo sentir sed y tengo que forzarme para beber) y comer mucha fibra para evitar el estreñimiento (eso lo tengo cubierto con las panzadas de Special K que me meto ahora por las mañanas, llevo unos quince días que estoy como obsesionada con desayunar esos cereales, si se me acaban tengo que correr a comprar una caja nueva). Y por supuesto también hay que hacer ejercicio. Yo me estoy dedicando a caminar cuando puedo, no de forma sistemática, sino simplemente combatiendo la pereza esa que te hace ir en coche a sitios hasta los que puedes desplazarte a patita, pero creo que voy a empezar a ponerme un horario y unas metas porque de lo contrario pronto salgo volando con estas hinchazones. Y nadar, nadar mucho, si tenéis piscina o playita cerca (que por suerte es mi caso) o andar por la orilla del mar, sobre la arena. Para daros un poquito de envidia, os dejo una fotito de una piscina estupenda y de una playa mallorquina para que vayáis pensando en nadar, nadar mucho, y poner esos tobillos cachalotiles a remojo. ¡Qué ganas!