Sin prisa pero sin pausa… ¡26 semanas!

¡Cómo pasa el tiempo! Sin pena ni gloria mi embarazo ha ido evolucionando con pocos síntomas y nada especialmente destacable, y supongo que precisamente por eso, porque está siendo una gestación poco sobresaltada, se me ha pasado volando y ya estamos por la semana 26 (hoy, 4 de agosto) que son más o menos 6 meses. Ahora entramos en la recta final. He leído en la guía “Consejos de tu matrona”, de la que ya os hablé en una entrada previa, que desde la semana 16 hasta la 27 el feto aumenta de peso una media de 85 gramos por semana, mientras que a partir de ahí, de la 28 a la 38, aumenta ¡200 gramos por semana! Por tanto me faltan dos semanitas para la recta final absoluta y que el bebé ya bastante formado se dedique más que nada a engordar y ponerse bien hermoso para venir a este mundo. Ya os contaré cuando alcance esas fechas qué tal me siento, porque presiento que ahí es cuando empezaré a ser un cachalote andante…

Ay qué pena 1

Fotografía de Cattya en Flickr, ecografía 4D en el sexto mes de embarazo. Todos los derechos reservados ©

Esta es una semana importante para mí porque muchos fetos prematuros nacidos de las 26 a las 29 semanas ya pueden sobrevivir con cuidados intensivos, lo cual me tranquiliza relativamente (conozco dos niños nacidos de 26 semanas y salvo los problemas iniciales la cosa finalmente ha tenido evolución feliz). Los ojos se abren y ya no está arrugado porque se forma una considerable capa de grasa por debajo de la piel. En esta semana, mi Semillita ya puede pesar 800 gramos y medir hasta 35 centímetros (desde la coronilla hasta los pies, claro) por lo que ya me parece bastante grande. En las próximas dos semanas ya pesará un kilito y se precipitará sin pausa hasta el peso final que tenga al nacer. Ahora noto al bebé moviéndose de forma clara y dinámica durante todo el día, y es una sensación muy gratificante. Cada vez que se mueve es como si se estuviese comunicando conmigo, como si dijese: “¡Eh, mami, estoy aquí! ¿Me sientes?”. Y le siento, vaya si le siento. Es reconfortante notar una patadita, un giro, un movimiento de manos… Hace un par de días, incluso, creo que se estiró hacia delante con los dos puños y formó un bulto en la barriga que era perceptible a simple vista. Otras veces, cuando le pongo música clásica con el altavoz cerquita de la barriga, se empieza a mover tanto que se pueden ver los movimientos a simple vista, como ondas en mi piel. Yo opino que es porque le gusta la música, y mi pareja opina que le parece tan horrible que intenta tirar el altavoz (creo que esto es su percepción personal y por eso piensa que su hija tiene que odiar la música clásica igual que él). Yo tengo intención de seguir poniéndole Mozart, a mí me parece que con lo aburrido que será ser feto (todo el día flotando en líquido amniótico sin nada que hacer más que flotar y dormir y volver a flotar, y a veces chuparse un dedo) un poco de música de vez en cuando te debe alegrar el día, ¿no? Estimulante tiene que ser. Además en esta semana ha aumentado el desarrollo del oído, por lo que debe escucharlo todo mucho mejor. Incluso ya puede oír cuando yo hablo o cuando hablan a mi alrededor, y sospecho que conoce la voz de su papá porque cuando este le habla se mueve también bastante.

En cuanto a mis síntomas y sentimientos, nada muy de destacar. Sí que he notado que me ha empeorado la piel del rostro: se me ha puesto un poco más grasa, lo que ha hecho que me salgan algunos granitos, y también se me están intensificando las manchas que tenía de antes. Los pezones son más grandes y oscuros (más feos que antes, la verdad) y la barriguita ya empieza a ser bastante prominente, pero sigo teniendo ganas de moverme, de hacer cosas y el cerebro no se ha resentido: no paro de superar mi propio récord en el Sudoku, eso tiene que ser algo positivo :D

¿Qué tal os fue a vosotras el inicio del tercer trimestre del embarazo? ¿Es el más pesado, o si se tienen dos trimestres previos plácidos el tercero también lo es?

Un abrazo a todas.

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