Monstruito ya tiene pendientes

Aunque había pospuesto este momento lo máximo posible, empezaba a flotar en el aire una amenaza implícita por parte de las 2 abuelas, no pronunciada en voz alta, de hacerle ellas mismas a Monstruito los agujeros de las orejas con la hebilla del cinturón; lo sentía en su mirada cada vez que preguntaban: “¿Cuándo le vais a poner a la niña los pendientes?”. Así que hoy me he dejado convencer al fin de que la llevaran a la farmacia. Digo llevaran porque yo no me atrevía a acercarme; ya tuve bastante con lo mucho que lloró en la revisión de los 4 meses, cuando le pusieron no una, sino 2 vacunas. Mientras los abuelos se llevaban a mi pobre bebé, contenta y feliz sin ser consciente de a dónde iba, yo he ahogado mis penas en el grupo de whatsapp de las mamás de preparación al parto. Las que habían pasado por ello me han dicho que no me preocupara, que no les dolía mucho y que pronto dejaban de llorar. Y en efecto, cuando han vuelto de la farmacia ya venía tranquila y la abuela me ha dicho que ha llorado mucho menos que el fatídico día de las vacunas, y que lo que peor le había ido, más que los agujeros en sí, era que le inmovilizaran la cabeza con fuerza.

Pendientes para las orejitas de mi bebé

Así ha quedado su orejita después de ponerle los pendientes

Me preocupaba que le dolieran una vez hechos y que se negara a comer, por ejemplo, porque le apoyara la orejita en mi brazo. Pero lo primero que ha hecho al llegar ha sido comer tan tranquila y luego dormirse, así que si tenéis este mismo temor, que sepáis que es infundado. Para ella es como si no hubiese pasado nada, hace mucho que lo ha olvidado.

A lo mejor si se los hubieran hecho la misma semana de nacer hubiese sido más fácil porque estaría menos movida que con 4 meses, pero tiene una orejita tan menuda que en la farmacia me dijeron que no se los ponían hasta los 2 meses, cuando el lóbulo creciera, y aún hoy el farmacéutico se ha “quejado” de que tenía el sitio justito. En fin, ha sido un mal trago, desde luego, pero como han dicho las compañeras, peor para mí que para ella, a la que se le ha olvidado en un plis, mientras que yo aún estoy alterada. Ahora a echarle un poquito de alcohol durante unos días para que sane y a moverlo con cuidado para que no se le pegue, y en 3 semanitas ya podrá estrenar pendientes. Pobres bebés, qué de perrerías que les hacemos amparados en su inocencia.

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