Fisioterapia del suelo pélvico o cómo tener un periné elástico

Desde antes de tener una barriga prominente, casi desde el inicio del embarazo, me sorprendió darme cuenta de que en muchas ocasiones, ante un esfuerzo como la tos o un estornudo, me costaba mucho contener el pipí. Había oído hablar de los músculos del suelo pélvico y de los ejercicios de Kegel para fortalecerlo, y di por hecho, desde mi  desconocimiento, que esa incontinencia puntual debía ser debida a que tenía los músculos hechos una piltrafa, más o menos al nivel de mi tríceps, y que los ejercicios eran importantes. Así que me apunté en lista de espera a una fisioterapeuta del suelo pélvico (las clases suelen empezar a la 29 o 30 semanas, y aún me faltaba bastante) y mientras tanto me dediqué un poco a hacer lo que vi por ahí, en plan automedicarme pero con ejercicios: contraía el suelo pélvico estando sentada, o de pie, en distintas repeticiones… Y, de hecho, esto es lo que te recomiendan que hagas si lees cómo cuidar tu suelo pélvico en muchas páginas de maternidad de internet. Sin embargo, después de haber ido a mi primera sesión de suelo pélvico con la fisioterapeuta, no tengo tan claro que sea lo más adecuado.

Lo primero que la fisio me dijo fue, parafraseando: “Tener los músculos del suelo pélvico demasiado fuertes y tensos hace que el bebé encuentre más resistencia para salir por el canal vaginal y que el parto sea más difícil. Los músculos no deben estar fuertes, solo elásticos, para que el bebé salga sin desgarros ni episiotomía”. Así que se trata de tener unos músculos bien elásticos, capaces de estirarse sin rasgarse y dejar salir la cabeza del bebé. De modo que lo primero que hicimos en esa sesión (si os apuntáis, os recomiendo estar bien preparadas física y psicológicamente para esto porque yo no tenía la menor idea) fue, a parte de una extensa explicación del funcionamiento del parto y de la musculatura involucrada, un masaje perineal, práctica recomendada a partir de la semana 30 (yo empecé en la 32).

Con el masaje perineal, la fisioterapeuta comprueba si tu periné tiene contracturas, si está tenso y rígido, y le va dando elasticidad poco a poco. En mi caso tenía un par de contracturas que eliminó por completo en la primera sesión (dolía un poco, muy poco, pero luego se siente cómo se ha relajado la zona) y en la segunda sesión (semana 33) ya estaba mucho más elástico. El masaje se realiza introduciendo los pulgares en tu vagina y dibujando una U de lado a lado, por lo que puede resultar una situación un poco incómoda pero, por lo que me han comentado algunas personas que lo usaron y que ya dieron a luz, es muy eficaz para evitar los desgarros y la episiotomía.

Además, en la segunda sesión, por la elasticidad de la zona, la fisioterapeuta consideró que ya podía usar el epino (ahora lo digo como si lo conociera de toda la vida, cuando en realidad supe que existía hace 2 días). El epino es una especie de pera hinchable con una válvula de presión que se va inflando dentro de tu vagina (según tú vas hinchando al apretar) y que estira por igual todos los músculos de la vagina. Tal que así:

Epino para suelo pélvico

La perita se hincha dentro hasta una presión pequeñita al principio y la fisio estira de ella con mucho cuidado para sacarla sin hacerte daño y sin deshincharla. Cuando la ha sacado, mide el diámetro que tenía en el momento de la expulsión. En mi caso realizó esta operación 3 veces, aumentando cada vez la presión un poquito más, y llegó a extraer un diámetro de 6 centímetros. La idea es que de aquí a la semana 38 o así llegue a sacar un globo del diámetro de la cabeza de un bebé, que en la semana 40 pueden ser del orden de 10 centímetros. La verdad es que me parece una técnica muy interesante para sentir antes cómo sale por ahí algo tan grande y para que los músculos estén acostumbrados a ello cuando llegue el momento.

En cuanto a la incontinencia puntual, también me dijo que uno de los papeles de la progesterona que segregamos desde el principio del embarazo es relajar los músculos lisos, como el útero, para evitar que se produzcan contracciones hasta la fase final del parto (en torno a la semana 37), y que esto afecta a toda la musculatura lisa del organismo, incluyendo los esfínteres, motivo por el cual se relajan y a veces hay cierta incontinencia sin significar necesariamente que nuestro suelo pélvico se encuentre en mal estado.

Más información: Masaje perineal

8 comments

    • Mamuchi says:

      ¡Hola! ¿En qué ciudad vives? Yo vivo en Palma de Mallorca, no sé decirte en otros lugares… a lo mejor buscando por internet o preguntando en algún centro de fisioterapia…

    • Mamuchi says:

      ¡Hola! Por una parte fui a las clases preparto en la Rotger, pero esto de la fisioterapia fue a una consulta privada de 2 fisioterapeutas que se dedican a esto. Si quieres mándame un e-mail a mamuchiblog@gmail.com y yo te puedo dar el teléfono de Isabelle que es la fisio que trabajó conmigo. Un saludo.

  1. Esther says:

    Hola! Soy de Palma de Mallorca, te escribi un email la semana pasada, me podrias dar el contacto de la fisio? Muchas gracias! Enhorabuena por tu blog tan interesante

  2. cristina says:

    hola buenas tardes
    estoy de 31 semanas e interesada en el masaje perineal

    a ti te fue bien con tu fisio?
    tuviste desgarro o episotomia?
    podrías dejarme el contacto de isabelle si te fue bien?

    Gracias!!

    • Mamuchi says:

      ¡Hola Cristina! Yo estoy muy contenta con la fisio a la que fui, no solo por el masaje en sí sino también porque por su forma de ser y de explicarme las cosas me transmitió mucha confianza y el día del parto estaba muy tranquila… Creo que por eso dilaté tan rápido, porque estaba muy relajada. Sí que me tuvieron que dar 3 puntos externos por un desgarro (mi ginecóloga no es partidaria de la episotomía) pero es que la ginecóloga metió las dos manos enteritas y creo que mi periné estaba preparado para una cabeza de bebé, no para una cabeza más 2 manos de adulto jajaja. Me parece que mi bebé venía con vuelta de cordón y tuvo que meterlas para quitarla, pero bueno, en general todo muy bien. ¡Ánimo con tu embarazo! ¿Qué tal te encuentras? Un abrazo

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