Ya os comenté en una entrada previa que una de mis pasiones (la mayor de todas, en realidad) es la literatura. Así que me encantaría que mi hija fuese una buena lectora en el futuro (intentaré darle ejemplo, claro) porque le deseo que sienta el mismo placer y las mismas emociones que yo he sentido con algunos libros a lo largo de mi vida. Por supuesto, para crear un lector hay que empezar bien pronto; no importa que los libros no tengan letras, basta con que tengan páginas y resulten interesantes para asociarlos con algo agradable desde bebé, ¿no? Por eso le compramos un librito de esos de tocar y de manipular en Ikea hace 2 días. Es este:

Aunque tengo comprados otros libros infantiles y alguna vez le he contado ya varios cuentos, este es el primer libro suyo suyo, el primero que “lee”. Así que, ¡feliz Día del Libro bebé! Espero que algún día los libros te ayuden, como a mí me han ayudado, a ver la vida desde multitud de puntos de vista y que te hagan vivir cientos de vidas en una.