Bueno, esto parece el cuento de nunca acabar. Ya os conté en una entrada anterior que tenía una perla de leche bastante dolorosa en el pezón, y que no sabía bien si la perla venía motivada por una obstrucción o viceversa, pero que también se me había hinchado mucho el pecho, con una zona muy dura que dolía al masajear y que no llegaba a vaciarse por más que ponía a mamar a Monstruito. Al final, el viernes, que es cuando empezaron los síntomas, se llegó a vaciar a eso de las 11 de la noche y yo más contenta que unas pascuas, pensando que el problema estaba resuelto. Pero no, no lo estaba. El domingo por la mañana el bulto volvía a estar ahí casi con mayor intensidad, duro y rojo, y peor aún, sentía que se me empezaba a formar bulto también en el pecho derecho, el sano; imagino que porque me había centrado tanto en curar el izquierdo que había descuidado un poco el otro y Monstruito había mamado menos de ahí, rompiendo el equilibrio. Con los mismos métodos que describí en la última entrada logré nuevamente que se vaciara el pecho y se ablandara, pero lo cierto es que de tanto masajeo tengo la zona como si me hubiera pasado por encima una apisonadora y siento que la obstrucción puede volver en cualquier momento, lo cual me crea bastante ansiedad.
Fotografía: Flickr, Junta da Província da Beira Litoral, Portugal
Así que ayer me planté en el centro de salud para hablar con la matrona y me dio algunos consejos que son básicamente lo que yo ya estaba haciendo y alguna cosita más adicional:
- Aplicar calor seco o darse una ducha de agua muy caliente antes de la toma, así como masajes, también justo antes de la toma. Yo me daba el calor seco pero no los masajes justo antes, sino entre tomas.
- Que mame primero del pecho obstruido. Esto lo he estado haciendo pero como os digo casi me provoco una obstrucción en el otro pecho, así que cuidadito.
- Cuidado con el sacaleches. Usarlo un poco para aliviar si está muy tenso el pecho, pero no usarlo intensivamente como hacía yo porque es arma de doble filo, ya que estimula la producción y el pecho puede estar cada vez más hinchado y difícil de vaciar.
- Dar masajes con manteca de cerdo. No hay estudios científicos que avalen esto (me lo dijo específicamente) pero parece que funciona bien, que la obstrucción se deshace rápido.
- También va bien dar el masaje con un cepillo de dientes. Ignoro por qué, pero lo he probado, apretando bastante, nada de suave, y parece drenar bien.
- Hojas de col machacadas dentro del sujetador. Todavía no lo he probado ni lo haré, si puedo evitarlo :D Solo falta que llegue mi pareja de trabajar y me encuentre con las hojas de una col saliendo del sujetador y el pecho embadurnado de manteca.
- Ibuprofeno cada 8 horas.
- Que la barbilla del bebé toque en la zona de la obstrucción cuando mame. Esto es complicado porque mi obstrucción recurrente es en el cuadrante superior, así que si no me queda más remedio tendré que poner a Monstruito tumbada bocarriba y yo a 4 patas sobre ella, y del revés, para que su barbilla quede en la parte superior de mi pecho. Puro contorsionismo. Si añadimos esto a lo de la col y la manteca creo que podré reavivar el fuego del amor de mi pareja en cuestión de minutos.
Esta es la postura más adecuada para evitar la obstrucción del pecho cuando está en el cuadrante superior, ya que se puede lograr que la barbilla del niño masajee la obstrucción al mamar, aunque no sea así en la fotografía. Fotografía: Flickr, Mothering Touch.
- Leerme la web Alba Lactancia, que ya me he leído muchas veces pero volveré a leer. En concreto me recomendó la de la crisis de los 3-4 meses.
- Que acuda a urgencias del hospital, que hay algo llamado “lactario” y allí me harán un cultivo de la leche si se repite para ver si es mastitis y es necesario que tome un antibiótico, por supuesto compatible con la lactancia.
En fin, hoy vuelven a estar blandos los pechos pero como os digo, de tanto masaje, tengo el pecho izquierdo machacado total, muy dolorido, y además tengo que seguir con los masajes porque no me fío de confiarme y que me re-repita una vez más. Pero bueno, ya llevo 3 meses y medio de lactancia materna exclusiva, así que no pienso rendirme ahora. Aún así, ¡quién me iba a decir a mí que esto sería tan complicado!