Comparando precios: potito de frutas vs papilla de frutas casera

Normalmente mi pequeñaja toma fruta para merendar y se la hacemos nosotros, triturándola, tal y como os conté en la entrada “Sus primeras papillas de fruta: pera y manzana“, aunque añadiendo normalmente plátano, que le gusta bastante más.

No obstante, algunos días, porque estamos fuera, o por cambiarle un poco el sabor (parece que los potitos le gustan más que la fruta natural triturada) o simplemente porque nos hemos despistado y no tenemos fruta, le damos un potito. Así que me he preguntado: ¿qué sale más económico? ¿Hacer la fruta en casa o comprar un potito ya hecho? Vaya por delante que en esta entrada voy a dejar de lado otras consideraciones (qué es preferible a nivel nutricional, etc.) y me voy a centrar en el tema del precio. En principio, parece que el potito tendría que ser más caro porque te lo dan ya hecho, te lo ponen cómodo, pero también hay que contar con que a los fabricantes no les cuestan las materias primas como a nosotros, ni mucho menos.

Comprando fruta: pera, naranja y plátano

Aquí veis una compra tipo que realicé y lo que me costó en cada cosa.

Fruta para papilla: precios

Tres peras de tamaño mediano, el tamaño que uso en su papilla, me costaron 94 céntimos. 3 naranjas, 68 céntimos y 2 plátanos, 69. Así, por pieza:

1 pera = 31,33 céntimos

1 naranja = 22,66 céntimos

1 plátano = 34,5 céntimos

Puesto que la papilla se la preparo con un plátano entero, una pera entera y el zumo completo de una naranja:

PRECIO PAPILLA FRUTA CASERA 88,5 céntimos

Como en esta entrada solo pretendo hacer una aproximación, voy a comparar con un potito de Mercadona que no es de pera, plátano y naranja sino de pera, plátano y mandarina, que para el caso lo voy a considerar igual. Dos potitos de estos de los grandes (250 gramos) que es muy similar a la cantidad que come mi pequeñaja (en realidad con 2 piezas de fruta y zumo de naranja sale más volumen), valen 1,72 euros, por lo que un potito vale 86 céntimos.

Potitos de fruta: pera, plátano y mandarina

Así que, como veis, al menos con los datos que yo he recopilado (que ciertamente no son estadísticamente significativos, claro…) la diferencia parece ser realmente poca. Cada vez que un bebé merienda fruta, ya sea triturada casera o en potito, el precio es muy similar, por lo que no tiene sentido elegir uno u otro por cuestiones económicas; nuestros bolsillos no notarán diferencias. Ahora bien, si preferimos uno u otro por otras razones, eso ya es otra cosa.

¿Qué tal vuestros bebés con la fruta? ¿Les gusta?

Un abrazo a todas

Deja un comentario