Y de las 4 horas… ¡a las 8!

Ya os contaba en una entrada previa que el Monstruito había realizado la hazaña de dormir 4 horas del tirón y que, dado su ritmo de despertarse cada 2 horas o a lo sumo 3, nosotros estábamos encantados. Pues bien, desde entonces se ha superado a sí misma, y no han sido pocas las noches en las que ha dormido 6, 7 y hasta 8 horas seguidas. Supongo que tiene algo que ver con que ahora succiona mejor al pecho y hace mejores tomas, lo cual me tranquiliza. Ya en Nochevieja, cuando aún no había cumplido ni los dos meses, durmió desde la 1 de la madrugada (trasnochó, que estaba de fiesta) hasta las 8 de la mañana.

Desde entonces se ha repetido con cierta frecuencia, lo cual no significa que yo duerma mejor: muchas de estas noches me las he pasado despierta o semidespierta, mirando a la niña casi con preocupación, esperando que se despertara para comer en cualquier momento o, peor, que tuviera hambre y yo no me diese cuenta por estar profundamente dormida. Imagino que eso es una tontería, porque si tiene hambre de verdad llorará y yo me despertaré, pero también es cierto que a veces la he puesto al pecho solo porque remugaba un poquito, prácticamente dormida, y en cambio ha hecho una toma muy buena.

De hecho, las primeras veces que durmió seguido mi tendencia era a despertarla por miedo a que le diese una hipoglucemia o algo así, cosa que parece ser posible cuando es un bebé recién nacido, pero no a partir de los 15 días o del mes. No obstante, sí que tengo un miedo grande con esto de que duerma 7 u 8 horas: que se resienta la producción de leche por estar tantas horas sin un pico de prolactina. Me gustaría investigar más a fondo si es cierto que un período muy largo, y más de madrugada, sin que el bebé mame es malo para la lactancia, pero mientras tanto me quedo mucho más tranquila las noches en las que sobrelas 3 y media o las 4 la noto removerse inquieta, la pongo al pecho y come como una campeona para después seguir durmiendo profundamente como un angelito.

Así que, por lo visto, que uno duerma mal desde que nace el bebé no depende solo de cómo duerme el bebé en sí, sino de nuestra condición de madre que nos sume en un duermevela constante aunque el bebé esté descansando. Y muchas veces, cuando digo que Monstruito ha dormido 7 u 8 horas, o dos períodos seguidos de 4 horas, me dicen que qué suerte tengo. Y supongo que es así, pero yo sigo estando agotada y durante el día me duermo por los rincones… Se acabó el descanso despreocupado del pasado, qué mundo más cruel.

Deja un comentario